Circulan por las redes todo tipo de memes y vídeos donde se trata de ridiculizar la extensísima plantilla del Chelsea que debe manejar Enzo Maresca para la actual temporada. El equipo de Londres vive, desde la llegada de Todd Boehly, en un incesante mercado de fichajes donde llegan muchos y casi no sale nadie (o lo hacen a préstamo). En Stamford Bridge practican malabares para inscribir a sus jugadores dentro de toda la normativa vigente.
Todd Boehly, empresario norteamericano, aterrizó en las oficinas del Chelsea en mayo de 2022, en una operación que fue casi de urgencia. La invasión rusa en Ucrania produjo la salida disparada de Román Abramovich, una vez se confirmó que los oligarcas en Europa se iban a ver afectados y las cuentas y el futuro del club londinense corrían peligro bajo el mandato del magnate ruso.
Vivía entonces el Chelsea un momento que, si bien no era excepcional, sí estaba acorde a toda su trayectoria desde la llegada de Abramovich. El club había cosechado la Supercopa de Europa en verano y el Mundial de Clubes en enero. Además, terminó 3º en la Premier League, fue finalista de la FA Cup y la Copa de la Liga y alcanzó los cuartos de final de la Champions League. Eso sí, en el torneo liguero el equipo estaba en un escalón totalmente diferente respecto al Manchester City y al Liverpool, pero con algunos fichajes y confiando en Thomas Tuchel todo parecía poder encauzarse.
Nada más lejos de la realidad. Solo dos años después, el equipo ha tenido seis técnicos diferentes, no ha vuelto a ganar ningún título, ha terminado en posiciones decepcionantes en Premier League y Boehly no ha hecho más que gastar dinero en fichajes que no han cumplido las expectativas. La plantilla parece un pozo sin fondo.
Si nos centramos en el apartado plenamente económico, el Chelsea ha gastado en estos dos años la friolera de 1.280 millones de euros en fichajes. No hay ningún equipo con una etiqueta mayor y, de hecho, duplica los 610 millones de euros gastados, por ejemplo, por el Manchester United (tercero en esta lista), que tiene las mismas exigencias que los de Londres: volver a la pelea con Liverpool, Manchester City y Arsenal.
Si nos atenemos al balance, el Chelsea también lidera ampliamente esta lista, pues apenas ha ingresado 448 millones de euros en estos dos años. Esto lo coloca con un gasto total de casi 850 millones en este periodo, muy lejos de los 485 millones de euros del PSG, segundo en esta lista, y a años luz del resto de equipos ingleses que conforman el Big Six.
Bajo el mandato de Boehly, el Chelsea ha contado con seis técnicos. Empezó Tuchel, que apenas duró un par de semanas de competición. Siguió Graham Potter, que no corrió mejor suerte y fue despedido media temporada después. Asumió Bruno Saltor como interino y terminó la temporada Frank Lampard. Todo eso sucedió en la campaña 2022/23, porque la 2023/24 la disputó entera Mauricio Pochettino, que estuvo siempre en el alambre, y que no continuó para dejar su sitio al recién nombrado Enzo Maresca. Esto, además, nos da una idea de que el proyecto es complicado, que los entrenadores tienen poco voto en las decisiones sobre los jugadores y que el Chelsea parece fichar cromos repetidos por una cantidad sonrojante de dinero.
39 son los jugadores que ha firmado el nuevo dueño en apenas dos años. Una lista en la que se encuentran algunos que han rendido y sorprendido como Cole Palmer, pero en la que, sobre todo, hay futbolistas que no lo han hecho. Todos coinciden en algo: seguramente están sobrepagados. Porque Enzo Fernández ha sido muy irregular (aunque ha dejado grandes partidos), pero su etiqueta dice que costó ¡121 millones de euros! A su lado suele jugar Moisés Caicedo, que costó ¡133 millones!, siendo el traspaso más caro en la historia de la competición. Pero también hemos visto el paso de Kalidou Koulibaly (40M), Raheem Sterling (55M), Marc Cucurella (65M), Noni Madueke (35) o Mijailo Mudryk (70m).
También hemos visto cómo el club firmaba a auténticos desconocidos (o promesas) como Cesare Casadei (20M), Gaga Słonina (9M), Omari Kellyman (24M), Aarón Anselmino (18M) o Renato Veiga (15M), que difícilmente van a poder jugar. Hemos visto fichajes de tipos que, por lesiones, apenas han podido ponerse la camiseta blue. Casos de Christopher Nkunku (60M), Wesley Fofana (80m) o Roméo Lavia (55M). Hemos visto al Chelsea firmar un portero por 25M (Filip Jörgensen) cuando ya tiene ¡11! en plantilla. Sí, podemos formar un XI íntegramente de porteros. Son cuatro en el plantel profesional actual (Jörgensen, Robert Sánchez, Marcus Bettinelli y Lucas Bergström) y siete cedidos a otros clubes (Kepa Arrizabalaga, Eddie Beach, Luke Campbell, Ted Curd, Đorđe Petrović, Teddy Sharman-Lowe y Słonina).
También hemos visto al Chelsea firmar un extremo diestro por 60M (Pedro Neto) cuando ya tiene otros tres que juegan en la misma demarcación. Y hemos visto fichar a dos chicos que aún no pueden llegar al club al ser menores de edad, como Kendry Páez o Estêvão (que tienen muy buena pinta, todo sea dicho).
Enzo Maresca ha llegado a contar con más de 40 futbolistas en el vestuario. Según el registro oficial de la Premier League, la plantilla del conjunto londinense está compuesta, actualmente, de 35 jugadores, siendo João Félix y Jadon Sancho las últimas dos cartas de un mazo extenso.
El equipo inglés tuvo una empresa complicada para depurar el plantel y cumplir con todos los requisitos necesarios para inscribir la plantilla definitiva. Es cierto que los ingleses cuentan con el Estrasburgo como arma en la recámara. Y es que el equipo francés es propiedad de Boehly, lo que le permitió hacer operaciones de manera sencilla: Andrey Santos y Petrović fueron cedidos al club francés. Algo así como lo que hace años hacía el club inglés con el Vitesse, a quien tenía como equipo satélite. La realidad es que, desde hace unos años, FIFA y UEFA se han movilizado para tratar de que estas situaciones no se den. Igualmente, el Chelsea tiene cedidos a ¡19 futbolistas! La mayoría en las divisiones menores inglesas.
Como dato de color y que refuerza esta situación en la plantilla del Chelsea, Enzo Maresca decidió excluir a Cole Palmer, Wesley Fofana y Roméo Lavia de la lista de buena fe para disputar la primera fase de la UEFA Conference League. Está claro que el entrenador italiano piensa este torneo como una competición de segundo orden y puede darse el lujo, con una plantilla tan extensa, de prescindir de algunos de sus mejores futbolistas.
Otro apartado estará en saber si, con esas cantidades ingentes de dinero, el equipo inglés cumple las normativas económicas, pero eso es harina de otro costal. El Chelsea tiene un problema ¿sin solución?
👨💻 Juani Guillem
🗓️ (13/09/2024)